Consultando mi diccionario Espasa (el digital, no os penséis que tengo muchas estanterías), se llamaba arpía a una mujer de malas intenciones, de mal genio y codiciosa.
Pero sin ánimo de ofender a nadie, es interesante la explicación del origen de la palabra. Las arpías eran unas figuras mitológicas griegas, que personificaban las fuerzas desatadas de los elementos, sobre todo en el mar: el viento, las borrascas, la oscuridad y las tempestades. Se llamaban Aelo, Ocípete, Zíela, Celeno y Podarge y se las solía representar como perras con alas o como buitres con cara de mujer y garras y orejas de oso.
Pues al pelo me viene tanto el concepto de arpía arriba señalado, como el de buitre, que todos conocemos más. Me viene al pelo para calificar las acciones comerciales de las compañías de telefonía móvil, con quienes quien más quien menos, consciente o inconscientemente, tenemos relación.
Si tienes un contrato: ¿cuántas veces te han llamado para pasarte a su compañía? ¿Qué te han ofrecido para ello: otro móvil, descuentos, números VIP, tarifas planas, tarifas reducidas, tarifas cuesta abajo, recargas gratis, etc.? Es decir, oferta, contraoferta, negociación, re-negociación. Aceptan todo, son agresivos, persuasivos y persistentes. ¡Es la guerra!
Y es que somos su comida. Pero como ellos son buitres, somos su carroña. Y como arpías, tienen garras o al menos pinta de animales. Solo les interesa nuestro dinero.
Y donde está la ley está la trampa, también hay una pléyade de gente que “utiliza” sus tácticas para su ventaja. Solo hay que visitar sitios como Gsmspain para darse cuenta lo que se cuece por ahí. Y es que ya lo decía el refrán: “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Hasta yo también ya sé pescar.
" Prefiero caer entre los buitres que entre las garras de los aduladores, porque los buitres sólo acaban con los difuntos, y los aduladores devoran a los vivos. "
Autor desconocido